Un buen marco teórico no es una colección de citas: es la arquitectura intelectual que explica qué conceptos importan, cómo se relacionan y por qué tu estudio tiene sentido. Cuando está débil, el proyecto se tambalea: preguntas difusas, variables mal medidas, resultados difíciles de interpretar. Cuando está bien construido, todo encaja: objetivos, hipótesis, método y análisis.
Aquí te proponemos una ruta en tres pasos prácticos para elaborar un marco teórico claro, defendible y útil. Verás qué incluir, cómo comparar teorías y cómo anclar tu estudio en ese andamiaje.
Paso A. Identifica y define tus conceptos clave
Parte de tu planteamiento del problema y de tus preguntas de investigación. Extrae los sustantivos y constructos que se repiten: suelen ser tus variables o categorías de análisis. Para cada concepto:
- Definición conceptual (qué es). Usa autores de referencia de tu campo.
- Dimensiones (de qué está hecho).
- Definición operacional (cómo lo medirás). Instrumentos, indicadores, escalas, criterios.
- Rango y unidad de análisis. ¿Personas, instituciones, publicaciones, países? ¿En qué periodo?
Ahora mapea relaciones tentativas entre conceptos: ¿cuáles son antecedentes (X), cuáles resultados (Y), mediadores (M) y moderadores (Z)? Un diagrama simple (flechas X→Y, con M/Z) te obliga a pensar causal o explicativamente. Ese boceto guiará la selección de teorías.
Errores comunes en el paso A
- Definiciones vagas (“calidad” sin dimensiones).
- Operacionalizaciones sin validez (indicadores que no reflejan el constructo).
- Mezclar niveles de análisis (individuo vs. organización) en la misma hipótese.
Paso B. Evalúa, compara y selecciona teorías relevantes
Tu objetivo aquí no es “contar teorías”, sino justificar por qué unas explican mejor tu fenómeno, en tu contexto y con tus datos.
Candidatas:
Reúne 2–4 teorías/modelos que se usen para explicar relaciones similares (por ejemplo, satisfacción del cliente, teoría del aprendizaje autorregulado, teoría del comportamiento planificado, uso y gratificaciones, etc.).
Matriz comparativa:
Para cada teoría, resume en una tabla:
- Qué explica (alcance).
- Supuestos (qué debe cumplirse para que aplique).
- Variables nucleares y mecanismos.
- Evidencia empírica disponible y en qué contextos.
- Fortalezas (poder explicativo, parsimonia).
- Limitaciones (sesgos, contexto restringido, problemas de medición).
Decisión y justificación:
Elige una teoría principal (espina dorsal) y, si hace falta, complementa con elementos de otra (sin eclectiscismo gratuito). Declara definiciones de trabajo (las que usarás) y por qué.
Traducción a proposiciones/hipótesis:
Convierte el lenguaje teórico en afirmaciones verificables:
- Hipótesis de efecto (X→Y).
- Hipótesis de mediación (X→M→Y).
- Hipótesis de moderación (Z altera la fuerza/dirección X→Y).
Tip: Si tu estudio es exploratorio o cualitativo, formula proposiciones sensitivas (relaciones esperadas) que guíen el muestreo teórico, la codificación y la interpretación.
Errores comunes en el paso B
- Elegir teorías por fama, no por encaje con tu pregunta, contexto y datos.
- Citar sin contrastar supuestos (p. ej., asumir racionalidad perfecta donde no la hay).
- Combinar teorías incompatibles (supuestos que se contradicen).
Paso C. Muestra cómo tu estudio encaja en ese andamiaje
El marco teórico culmina al explicar qué hará tu investigación con la teoría y qué aporta:
Propósito teórico de tu estudio
- Probar una teoría en un nuevo contexto.
- Extender (añadir un mediador/moderador).
- Integrar dos marcos compatibles para mayor poder explicativo.
- Cuestionar una relación asumida, con nuevos datos o métodos.
Modelo teórico propuesto:
Incluye variables, flechas, signos esperados y notas sobre mediaciones/moderaciones. Debe ser parco y testeable con tu diseño y tamaño muestral.
Alineación con el método:
Explica cómo el modelo define:
- Mediciones (instrumentos, validez).
- Diseño (transversal, longitudinal, experimental, comparado).
- Estrategia analítica (regresión, SEM, análisis temático, QCA).
- Criterios de evidencia (significancia, tamaños de efecto, saturación teórica, credibilidad).
Contribución esperada
- Teórica: qué mecanismo aclaras, qué límite corriges, qué relación precisas.
- Metodológica: nuevas medidas, adaptación de instrumentos, estrategia analítica.
- Práctica/política: implicancias para decisión, diseño o intervención.
Errores comunes en el paso C
- Modelo no testeable con los datos disponibles.
- Desajuste entre hipótesis y análisis (p. ej., mediación sin temporalidad).
- “Aportes” declarativos sin vínculo directo con la teoría discutida.
Conclusión
Construir un marco teórico en serio no es acumular citas; es tomar postura con fundamento. En tres pasos —definir conceptos, comparar y elegir teorías, mostrar el encaje de tu estudio — pasas del ruido a la claridad: sabes qué medir, cómo analizar y qué significará tu resultado.