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Desarrolla un marco teórico en 3 pasos

Un buen marco teórico no es una colección de citas: es la arquitectura intelectual que explica qué conceptos importan, cómo se relacionan y por qué tu estudio tiene sentido. Cuando está débil, el proyecto se tambalea: preguntas difusas, variables mal medidas, resultados difíciles de interpretar. Cuando está bien construido, todo encaja: objetivos, hipótesis, método y análisis.
Aquí te proponemos una ruta en tres pasos prácticos para elaborar un marco teórico claro, defendible y útil. Verás qué incluir, cómo comparar teorías y cómo anclar tu estudio en ese andamiaje.

Paso A. Identifica y define tus conceptos clave

Parte de tu planteamiento del problema y de tus preguntas de investigación. Extrae los sustantivos y constructos que se repiten: suelen ser tus variables o categorías de análisis. Para cada concepto:

  1. Definición conceptual (qué es). Usa autores de referencia de tu campo.
  2. Dimensiones (de qué está hecho).
  3. Definición operacional (cómo lo medirás). Instrumentos, indicadores, escalas, criterios.
  4. Rango y unidad de análisis. ¿Personas, instituciones, publicaciones, países? ¿En qué periodo?

Ahora mapea relaciones tentativas entre conceptos: ¿cuáles son antecedentes (X), cuáles resultados (Y), mediadores (M) y moderadores (Z)? Un diagrama simple (flechas X→Y, con M/Z) te obliga a pensar causal o explicativamente. Ese boceto guiará la selección de teorías.

Errores comunes en el paso A

  • Definiciones vagas (“calidad” sin dimensiones).
  • Operacionalizaciones sin validez (indicadores que no reflejan el constructo).
  • Mezclar niveles de análisis (individuo vs. organización) en la misma hipótese.

Paso B. Evalúa, compara y selecciona teorías relevantes

Tu objetivo aquí no es “contar teorías”, sino justificar por qué unas explican mejor tu fenómeno, en tu contexto y con tus datos.

Candidatas:

Reúne 2–4 teorías/modelos que se usen para explicar relaciones similares (por ejemplo, satisfacción del cliente, teoría del aprendizaje autorregulado, teoría del comportamiento planificado, uso y gratificaciones, etc.).

Matriz comparativa:

Para cada teoría, resume en una tabla:

  • Qué explica (alcance).
  • Supuestos (qué debe cumplirse para que aplique).
  • Variables nucleares y mecanismos.
  • Evidencia empírica disponible y en qué contextos.
  • Fortalezas (poder explicativo, parsimonia).
  • Limitaciones (sesgos, contexto restringido, problemas de medición).

Decisión y justificación:

Elige una teoría principal (espina dorsal) y, si hace falta, complementa con elementos de otra (sin eclectiscismo gratuito). Declara definiciones de trabajo (las que usarás) y por qué.

Traducción a proposiciones/hipótesis:

Convierte el lenguaje teórico en afirmaciones verificables:

  • Hipótesis de efecto (X→Y).
  • Hipótesis de mediación (X→M→Y).
  • Hipótesis de moderación (Z altera la fuerza/dirección X→Y).

Errores comunes en el paso B

  • Elegir teorías por fama, no por encaje con tu pregunta, contexto y datos.
  • Citar sin contrastar supuestos (p. ej., asumir racionalidad perfecta donde no la hay).
  • Combinar teorías incompatibles (supuestos que se contradicen).

Paso C. Muestra cómo tu estudio encaja en ese andamiaje

El marco teórico culmina al explicar qué hará tu investigación con la teoría y qué aporta:

Propósito teórico de tu estudio

  • Probar una teoría en un nuevo contexto.
  • Extender (añadir un mediador/moderador).
  • Integrar dos marcos compatibles para mayor poder explicativo.
  • Cuestionar una relación asumida, con nuevos datos o métodos.

Modelo teórico propuesto:

Incluye variables, flechas, signos esperados y notas sobre mediaciones/moderaciones. Debe ser parco y testeable con tu diseño y tamaño muestral.

Alineación con el método:

Explica cómo el modelo define:

  • Mediciones (instrumentos, validez).
  • Diseño (transversal, longitudinal, experimental, comparado).
  • Estrategia analítica (regresión, SEM, análisis temático, QCA).
  • Criterios de evidencia (significancia, tamaños de efecto, saturación teórica, credibilidad).

Contribución esperada

  • Teórica: qué mecanismo aclaras, qué límite corriges, qué relación precisas.
  • Metodológica: nuevas medidas, adaptación de instrumentos, estrategia analítica.
  • Práctica/política: implicancias para decisión, diseño o intervención.

Errores comunes en el paso C

  • Modelo no testeable con los datos disponibles.
  • Desajuste entre hipótesis y análisis (p. ej., mediación sin temporalidad).
  • “Aportes” declarativos sin vínculo directo con la teoría discutida.

Conclusión

Construir un marco teórico en serio no es acumular citas; es tomar postura con fundamento. En tres pasos —definir conceptos, comparar y elegir teorías, mostrar el encaje de tu estudio — pasas del ruido a la claridad: sabes qué medir, cómo analizar y qué significará tu resultado.

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